Eres la traición del juego: Pequeñas promesas que se desenvuelven en las entrañas del ser, que clama al engaño mismo. Tu tan solo sonríes al horizonte.

Oye, ¿Sabes que existo?
Si ¿Y?
Nada, Solo lo confirmaba.
Y.. ¿que tal?
No lo se…Creo que no se siente a nada. Era mejor vivir la incertidumbre.

Ese lugar...

Un día lo descubrimos. Claro, ahora sé que otros conocen de su existencia pero quiero creer que tal vez por un momento existió solo para mi.

No recuerdo la época, estoy seguro que fueron en unas vacaciones, talvez de verano.

Íbamos caminando, los días anteriores habían sido de lluvia y calor. Todo había comenzado con la necesidad de comer. Un par de hamburguesas habrían bastado pero el golpeteo de una súbita idea se presento en la fila de Burguer King. Fue fácil, rápido   y parecía predestinado: una desvío de un par de cuadras, una compra ilícita (En aquellos tiempos) sin problemas  y una mirada de complicidad proveniente de una linda chica.

Esos son los antecedentes, lo demás es simple: Caminar y detenerse: Una de las vías principales de la ciudad estaba abandonada. El ruido de cientos de carros era ahogado por los susurros de una especie de río.

¿Qué pudimos hacer en ese momento? Sentarnos en el pasto, tomar y disfrutar de un espectáculo que dudo repetir. Volvimos después en una especie de ritual: Comer, tomar  y platicar. Nada se comparo a ese momento: fue único, nuestro pequeño oasis.

Un poco de circo..

El sábado pasado fui al futbol. Debo admitir que no soy la persona mas aficionada al deporte, de hecho, soy un pésimo practicante y no poseo las nociones básicas del juego, pero me es grato ver los partidos y mas grato sentir la vibra que la afición expulsa.
En este punto ya es sabida la derrota del San Luis frente a Tigres. Es claro que en el deporte, especialmente el futbol, tiene en ocasiones más tintes azarosos que de competencia pero lo ocurrido el sábado es un fraude.
Tras los acontecimientos que pasaron en Monterrey hace 15 días el partido que se disputo el sábado era decisivo, si perdía tigres la afición realmente se encabronaria así que la solución fue que san Luis fuera el perdedor.
En pocas palabras fue un insulto lo que paso: un equipo mediocre tratando de, más que de ganar, de matar el tiempo, un árbitro parcial y una afición que no entendía ni un carajo que pasaba.
Un amigo me comento que San Luis era el lugar donde los demás equipos se recuperaban y sumaban puntos: El trabajo sucio de esta mafia. A mi parecer eso es una falta de respeto a toda la afición. Lo entiendo, un equipo no puede ganar pero yo mismo he presenciado partidos donde San Luis luce como el títere del visitando. Una prueba de esto es la afición. La desesperación de un partido perdido hace su presencia en los cánticos: suenan más a una exigencia que a un apoyo. Por momentos las voces se unen para pedir la cabeza de algún directivo, obviamente no son escuchadas.
Así es este circo que Marcelo trajo a la ciudad. Uno en el que se juegan millones todos los fines, financiado por esa afición incrédula y perseverante que somos todos.Finalmente nada cambiada, las personas iran mentando madres y los chavos buscando alguna cerveza callejera para discutir el error del equipo, como siempre.

… de buena música y buenos libros (…)

Hoy, mientras hojeaba mi acervo: revistas, revistas, libros y más revistas, descubrí la frase que da titulo a este post. Si bien, con anterioridad había escuchada esta expresión o alguna parecida, esta me cayo como puntapié en las pelotas.

Parezco un poco drástico, pero en serio,  en un par de segundos sentí todo el egocentrismo del autor dándome un escupitajo entre los ojos.

Creo firmemente que  alguien no puede clasificar algo tan ecléctico como la música o la literatura en bueno y malo sin exponer una serie de argumentos que lo validen.

Talvez todos- obviamente me incluyo- hemos utilizado esta frase como una sencilla herramienta. Sin embargo  encierra algo de egocentrismo al declarar que uno: escucha, ve, lee... algo superior que los demás y, creo que es lo más peligroso, es una salida fácil para cualquiera que quiera sonar intelectual, claro,  terminara pareciendo un snob pero eso es otro asunto.

Bueno, eso es todo por hoy, ya existe demasiado odio irracional en la red para que yo vuelque más.