29 mar 2011

Pena




Entonces Dios lo miro y su corazón latió más fuerte. El, solo, indefenso: con nada más que unos harapos y unos pequeños labios que temblaban, tal vez por el frió o  tal vez por la mirada imponente que caía sobre él. Lentamente el dedo de dios se acerco. La ligereza y suavidad del movimiento contrastaban con la fuerza que exhalaba. Ahogo un grito y sin pensarlo cerró la puerta del catecismo: Por su pequeña mente de 6 años jamás volvió a atravesarse la idea de la confesión.

29 ene 2011

¿Puedes ver la luz?

La seda se mezcla con tu piel, misma que recorro con besos mientras me ahogo en tu cuerpo. Solos sostenidos por una cama que es indiferente a estos intentos de amantes.

El universo de la cama es poco, he invadimos el cuarto entero. Un cuarto que al igual que tú me es ajeno, pero que en estos momentos es confortablemente de mi propiedad.
Te detienes y tomas una botella de la mesa, vulgarmente comienzas a embriagarte frente a mí. Me acerco y beso tu cuello con la última pasión que hay en mi pecho: Me llamas “tu hombre”


¿Hombre? –no soy un hombre, soy un cobarde y tal vez tú pensarías l mismo, tal vez no, por lo pronto no diluyas la palabra con tu frivolidad barata.


Mientras atascas tu nariz de mierda, mi mierda barata, la misma que se compró con la indemnización de mi retiro y que ahora circula por las venas de mi cuerpo, aprovecho para darle un bocado a ese pastel de cumpleaños. ¡Feliz cumpleaños a mí! ¡Felices 50 años! Se feliz solo en esta habitación. Como en la infancia, tomo un poco de helado d vainilla, favorito de mi madre, lo mezclo con el de fresa, favorito de mi padre, y al final lo baño con chocolate, mi favorito. Si, como en los viejos tiempos


-¿Sabías que todo eso es malo para la salud? Me dices mientras recorres tu mano lascivamente por mi barriga.

-También tu amor. Respondo y te beso. En un tonto intento de parecer misterioso. Claro que lo sé, y muy bien. Desde pequeño losé, lo supe a los 19 cuando mi padre murió de diabetes y lo volví a saber hace un mes cuando un amable hombre de blanco trastorno mi presente revelando algo ya conocido con su falsa compasión y sonrisa. Tal falsas como lo que mis oídos escuchan mientras te hago el amor. Que expresión tan más degradada y fingida. Esto no es amor, esto es lo más bajo y primario que existe en el ser humano. Esto es mejor y lo sabes, se nota en tu sonrisa, esa pequeña sonrisa que cuenta porque estás aquí.



Con la misma confianza con la que subiste a mi carro al inicio de la noche abandonas el cuarto. A tiempo para el final, el gran final que resume esta noche donde decidiste darme compañía, ser mi Virgilio sin siquiera saberlo.


Mis ultima palabras se secan con el frio de mi pecho, mi brazo izquierdo ya no responde, trato de llegar a la cama pero caigo al suelo en el intento ¡Que importa donde caiga! Lo único que importa es que conserve esta sonrisa en la eternidad.

26 oct 2010

Divagaciones lejos de Praga



El resplandor de la luna comenzó a ocultarse tras las grandes nubes grises, la temperatura descendió al tiempo que las olas amenazaban con tocar sus pies.
A lo lejos una figura se abrió paso lentamente através de la arena. Cuando llego ante el, este lo invito a tomar asiento en un gran tronco varado en la playa.
El silencio hizo eco en la noche al momento que las 2 personas permanecen sentadas. El más anciano, aquel que esperaba la llegada del otro, lo interrumpió y comento:
-De niño mi padre me traía a esta playa, claro, yo prefería los veranos en Praga pero aun así son lindos recuerdos.
Su joven oyente asintió con la cabeza, mostrándose un tanto incomodo y dudoso de la importancia de aquel comentario.
Rápidamente el más anciano nota la sensación del otro y exclamo:
-Supongo que eso no es un dato importante en tu reportaje, solo quería comentarlo.
Para después comenzar a relatar.
Él era un burócrata con zapatos pulidos y traje, del tipo que se para rector y firme a la hora de checar tarjeta. Un engrane de la maquina, con esposa e hijo. La imagen viva de la utopia comunista.
Fue en el 78, cuando su puerta cayó gracias a los botines de la policía del estado. Los días pasaron sin contarse en un pequeño cuarto oscuro. Él, sentado, solo, abstracto, con la posibilidad de pensar en mil cosas para solo asentar su mente en donde esta su familia.
Su mente se estancaba en el rostro de su pequeño hijo, casi un bebe, y la belleza de su esposa. Ese fin de semana habían decidido visitar a la familia de su esposa a una cabaña que tenían cerca del lago. El trabajo una vez mas lo absorbió y decidió dejarlos partir.
Un día, la puerta se abrió y la luz lo cegó. La situación se resolvió con una disculpa al conocerse el grado que tenia en el gobierno.
Corrió, corrió como si el mundo se derrumbada a cada paso. Al llegar, noto el paso de los militares y policías. Papeles regados, muebles rotos y el vacío de una casa. Tomo el teléfono y marco. Cada bip era asfixiante. Colgó y marco una vez mas, volvió ahogarse con su preocupación. No había respuesta, la cabaña en el lago estaba deshabitada.
Se movilizo a al sede del partido. Tras horas de hablar con colegas por fin hubo una respuesta. La familia de ella formaba parte de los disidentes. Al escucharlo solo pudo responder con un suspiro.
Se retiro convencido de que no había anda que hacer. Aun resonaba en su cabeza las palabras de su colega “Tu hijo será dado en adopción y sobre tu esposa, ella seria liberada a su tiempo” cuando se sentó en el banco de un parque, pensando en la promesa intangible de reencontrarse con su familia.
- Lo siento mucho, de verdad, interrumpió el joven al tiempo que fríamente lo miraba a los ojos, el anciano le devolvió la mirada de la forma más gentil y amorosa posible.
El joven pregunto acerca de lo que hizo después, ala vez que ofrecía un cigarrillo, el lo rechazó.
Nada, nada pude hacer y nada hice, tomé lo que quedo de mi vida y seguí con lo planeado. Respondió.
Efectivamente, el más viejo siguió con su vida. Funcionando perfectamente, trabajando igual o más laboriosamente que antes. Poco a poco reconstruyo su vida, hundió su pasado e incluso llego a convertirse en primer ministro. Fue todo un ejemplo del sistema. El pequeño burócrata puede convertirse en primer ministro.
-¿Y la guerra? Pregunto intrigado el joven acercándose un poco mas.
-No fueron los mejores tiempos, cada muerte pesa en el alma, más de una vez he puesto mis ojos en el espejo y preguntado sobre si habré obrado bien. Este, siempre me contesta que si, no debía darse clemencia a nadie, el país necesitaba mano dura y el destino quiso que mi puño fuera el que impusiera el orden.
Al escucharlo el joven se impaciento. Escuchaba atento, pero al mismo tiempo, jugueteaba con un objeto que tenia en el bolsillo de su abrigo. La respiración se entrecorto al recordar a su pueblo siendo tomado por soldados. Cada casa revisara, la violencia, las balas, el fuego y la sangre esparcidos por el poblado. Las entrañas se quebraron y varias ráfagas surcaron el aire. El silencio se ahogo con la calma que produce un revolver enfriándose tras mucho tiempo de esperar a su presa.
Tomo su tiempo para asimilar el éxito de su misión. Con una sonrisa arrastro el cadáver y dejo que se volviera uno con el mar.
Horas de viaje después el joven entro a una casa y fue recibido por un grupo de personas. La intriga en sus rostros fue respondida por la sonrisa que en al cara del joven se dibujo.
La fiesta que recién comenzaba lo envolvió. Felicitaciones, gritos y llantos se transformaron en un solo grito.
-Valentín nuestro héroe.
En ese mismo instante a kilómetros de distancia, cerca del fondo del mar, una carta se escapó del bolsillo del viejo. En ella, a pesar de que el agua salda había diluido parte de la tinta, aun se podía leer:
Para mi amado hijo “Valentín”. Lo siento por el tiempo perdido. Espero que te haya gustado la sorpresa
Juntos, carta y dueño, flotaran por siempre sabiendo que la historia es difícil de rescribir.

7 jun 2010

Algo que trato de recordar.

Entonces, ahí estaba. Estaba oscuro y yo buscaba un bonito lugar: algo lindo, romántico, sincero. No recuerdo que le decía. Ella se reía y me respondía, y yo respondía y nos reíamos. Era tan lindo. Ella, yo, jugando en la oscuridad. Jamás la bese. Tal vez trate pero mi estado me impide hoy recordarlo.
Su sonrisa se distinguía en la oscuridad. Tocaba sus brazos delicadamente con mis manos mientras exhalaba lentamente mi aliento etílico sobre el mundo. Los susurros llegaron a nuestros odios: No mames/que pedo/Oye. Diablos todo se fue al vacío como mi sombrero por la ventana. Solo pude sonreír tratando de agradarle como ella a mí.
La arrastre, la invite a mi búsqueda, y nos fue peor. Tal vez a ella no pero a mi si. Los susurros se convirtieron en voces, en gritos de peda, risas, desesperación y unos brazos me jalaron y yo la jale.
Recogí mi sombrero y ya no recuerdo. La escasa luz de la calle me cegó mi alma y trate de supervivir. Recuerdo varias risas, muchos pasos y unos buenos tacos de pastor que comí. Diablos ¿Porque la deje? –Creo que si me gusta. Me dije mientras encendía un cigarro tras terminar mi cena.

6 jun 2010

Carta Abierta.

 07-06-10

 A quien corresponda:

Soy una persona un poco jodida- exclamo “poco” porque en realidad mi familia aun no parece dificultares económicas, “jodida” no mas porque si, le agrega dramatismo- así que siempre tengo la espinita de que todo se vaya directito a la chingada y necesita trabajar o intercambiar “favores nocturnos” en alguna solitaria esquina de la ciudad.
Consideremos la situación del país-Ahora dejemos de hacerlo no quiero deprimidos.Para días vacacionales como los que se viven se necesita un poco de dinero y en este país el trabajo honrado no paga lo rápido y suficiente que se le necesita- Si dudan pregúntenselo a sus padres. Así que, mientras hojeaba el periódico, encontré la idea más lógica: entrar al crimen organizado.
Entonces, con el periódico aun abierto, descarté el narcotráfico: sospecho que juegan brusco; secuestro: No creo, imagínense a alguien de mi volumen atacando violentamente a un tipo onda Slim; piratería: No tengo el valor para escuchar todos los días los discos de los rieleros del norte o alguna banda así.

La razón por la que comento esto es que quiero hacer un llamado. Mis adorables lectores yo se que ninguna es una persona trabajadora y honrada. Así que ¿Por qué no aprovechamos la buena nueva que nos traen nuestros diputados? Seamos pioneros y comencemos con el tráfico de comida chatarra en escuelas.

El plan es sencillo: Ubicamos una o dos escuelas. Después de una ardua investigación; conseguimos a nuestras mulas: un grupitos de gorditos y bonitos estudiantes (ustedes saben unos bien buena onda) y los convencemos a que en sus pantalones escondan la “mercancía” que conseguiremos barata en cualquier tienda.
A partir de este punto la cosa ira por si sola. Los gorditos/mulas se engancharan y no podrán soportar la escuela sin sus golosinas, los otros chicos no tendrán otra opción que comprarnos: Somos nosotros o fruta picada sin chile, por las agruras y acides; con jugo, sin azúcar, y una rebana de pan tostado.
¿Qué? ¿Competencia? Recuerden al viejito que les vendía dulces en la secundaria. Es imposible que oponga resistencia. De hecho no dudo que uno que otro lector le haya robado  chocolates de vez en cuando.
El plan esta hecho, solo falta un equipo. Aprovechen y conviértanse en el próximo amo y señor de los cheetos.

 Atentamente: 
JB


30 abr 2010

 




Eres la traición del juego: Pequeñas promesas que se desenvuelven en las entrañas del ser, que clama al engaño mismo. Tu tan solo sonríes al horizonte.




17 abr 2010

Oye, ¿Sabes que existo?
Si ¿Y?
Nada, Solo lo confirmaba.
Y.. ¿que tal?
No lo se…Creo que no se siente a nada. Era mejor vivir la incertidumbre.