7 jun 2010

Algo que trato de recordar.

Entonces, ahí estaba. Estaba oscuro y yo buscaba un bonito lugar: algo lindo, romántico, sincero. No recuerdo que le decía. Ella se reía y me respondía, y yo respondía y nos reíamos. Era tan lindo. Ella, yo, jugando en la oscuridad. Jamás la bese. Tal vez trate pero mi estado me impide hoy recordarlo.
Su sonrisa se distinguía en la oscuridad. Tocaba sus brazos delicadamente con mis manos mientras exhalaba lentamente mi aliento etílico sobre el mundo. Los susurros llegaron a nuestros odios: No mames/que pedo/Oye. Diablos todo se fue al vacío como mi sombrero por la ventana. Solo pude sonreír tratando de agradarle como ella a mí.
La arrastre, la invite a mi búsqueda, y nos fue peor. Tal vez a ella no pero a mi si. Los susurros se convirtieron en voces, en gritos de peda, risas, desesperación y unos brazos me jalaron y yo la jale.
Recogí mi sombrero y ya no recuerdo. La escasa luz de la calle me cegó mi alma y trate de supervivir. Recuerdo varias risas, muchos pasos y unos buenos tacos de pastor que comí. Diablos ¿Porque la deje? –Creo que si me gusta. Me dije mientras encendía un cigarro tras terminar mi cena.

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